martes, 26 de julio de 2011

¡ Principio quieren las cosas !

   Nací en una chacra (o casi, bah) de padres agricultores, abuelos y bisabuelos agricultores asique venía medio condicionado por el ambiente, y aunque pude haber tenido otras opciones, voluntariamente las dejé de lado, asique casi podría decir que soy agricultor de nacimiento. Durante 35 años fué mi actividad principal, y cuando no lo fue siempre anduve cerca del asunto.

   Primero como pichón y despues ya hecho, en mi vida de agricultor me tocó ser testigo y parte de una de las trasformaciones mas profundas del campo argentino (o del campo del Sur de la Provincia de Buenos Aires). Vi trabajar con caballos ("Traccion a Sangre") donde todo en la chacra se hacia con esa modalidad.
Alcancé a ver trabajando la última trilladora estática con motor de vapor en la zona. (Aquella de los versos de José Pedroni), los primeros tractores con ruedas de hierro y motor a querosén (Tracto era el nombre comercial de ese combustible que hoy es el JP1, combustible de los aviones a reacción). Las cosechadoras (corta y trilla) de arrastre tiradas por caballos, y luego por tractores.
   Viví la transición de la bolsa al granel, de los tractores mas antiguos a los mas modernos con rodado neumático y motor diésel. De la cosechadora de arrastre a la automotriz, de la chacra mixta a la agricultura permanente, de la reja a la labranza vertical, a la mínima labranza y de ésta a la siembra directa.
   Del trigo, avena y lino, al girasol, hasta la aparición de la hoy omnipresente soja.
   Conocí y trabajé con los viejos trigos correctores de alto gluten, a los trigos de germoplasma mexicano, creación fitogenética del Dr. Norman Borlaugh (la revolución verde) y que le valiera el Premio Nobel de la Paz por su contribución a la lucha contra el hambre. (Tuve el honor de conocerlo personalmente, y de haber tratado a sus colaboradores argentinos, los Ingenieros Carbajo y Glave y el Agrónomo Garbini de las Experimentales de Bordenave y Barrow).

  Nací en setiembre de 1942. En diciembre de ese año, como para no desmentir el antiguo dicho de que "los hijos vienen con un pan debajo del brazo" un lote de trigo en la chacra de mis viejos ridió 2.400 kilos la hectarea (40 bolsas como se medía entonces). 40 años despúes ese era el costo de una hectarea de trigo incluído labranza, semilla, fertilizante, herbicida, cosecha y comercialización mas flete. Los rendimientos de 1982 eran de 4000 Kg/Ha . Algo había cambiado....

  Mis primeras "obligaciones" laborales; ayudar a engrasar la cosechadora, reponer combustible, reponer bolsas vacías, reponer madejas de hilo, cargar de agua fresca las damajuanas forradas de arpillera que se mantenían mojadas para conservarlas frescas, llevar el mate cocido a los bolseros que juntaban bolsas con la chata en el rastrojo. En fin, todos esos trabajitos a la par de mi padre que sin querer queriendo me iban haciendo comprender las primeras responsabilidades y me hacían "sentir grande", y parte de un engranaje productivo. Y al fin de la cosecha, cuando se "arreglaban las cuentas" y los hombres que habian trabajado cobraban y se volvían a sus pagos ser parte de la lista, y cobrar de mi padre mis primeros pesitos ganados con mi "trabajo" que rápidamente yo invertía en alguna pelota Nº5, o con algún oportuno "préstamo" de algun abuelo, en mi primera bicicleta, ¿Cultura del trabajo? ¡Que se yó; yo era feliz como todos los pibes de chacra que conocí...

   Por eso creo que como dije haber sido testigo y parte de ese período de transicion del agro del sur Bonaerense me habilita el intento de rescatar del olvido esas vivencias, y encadenarlas a otros sucesos que paralelamente se desarrollaban en el pais y el mundo, que aunque no parecieran tener incidencia, iban contribuyendo a modificar ese pequeño mundo chacarero.

4 comentarios:

  1. Enhorabuena compañero!Felicitaciones. Siempre es un placer leerlo. Un saludo desde la fortaleza amarilla.

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  2. Engrasar la cosechadora, que laburo Antonio con esa cantidad de alemites. Y que no se te pase ninguno!

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  3. No es por tratarlo de viejo, pero me trajo el recuerdo de las tardecitas de invierno al lado de la "istilar", cuando mi viejo me contaba de los laburos que habìa hecho en el campo.
    tenìa expectativas con su blog y se estan cumpliendo con creces

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