sábado, 15 de octubre de 2011

De Mayol a la Bolsa de Cereales de Chicago. (Primera parte)

El trabajo de selección...
Hay un camino bastante largo, no solo en términos Geográficos, sino en un conjunto de cosas que se tienen que ir alineando para que la cosa se dé.
Los Hermanos Vassolo no eran, creo, hombres muy "estudiados". Eran hombres comunes, inmigrantes llegados de una zona pobre de Italia (la Puglia, que vendría a ser el taco de la bota), buscando un destino mejor para sus vidas y la de sus familias. Y si no tenían muchos pergaminos académicos tampoco es cuestión. Lo que si tenían, era un conocimiento empírico de la Agricultura muy desarrollado. Y los pagos y las tierras Mayoleros les permitieron desarrollar ese conocimiento en forma insospechada. (Inclusive talvez por ellos mismos).
Ellos conocían del cultivo del trigo en su Patria Natal, y en su zona se sembraba Trigo Fideo (o Candeal) y rápidamente vieron que las tierras Mayoleras eran ideales.

Pero no era en esos tiempos sencilla la empresa. No era cuestión de llamar a una Consultora, contratar un estudio Agronómico, analizar los "papers" y luego ir a comprar la semilla a algún comercio del ramo. Casi diría que es una suerte que no existieran ninguna de esas herramientas, porque de haber existido, los análisis de los Profesionales hubieran sido disuasivos del emprendimiento. Además no habia posibilidad de comprar algo que no existía en el Mercado; solo en la memoria genética de los gringos agricultores estaba el Trigo Fideo. Y en la memoria gastronómica, ya que los fideos hechos con trigo pan no los conformaban.
No sé si los Vassolo originarios conocían de "estudios de mercado", pero supongo que intuían que la enorme cantidad de inmigrantes de su país afincados en la Argentina extrañaban en su mesa la "pasta" de su pais.
Recordemos además que la Argentina proveedora de materias primas alimentarias, habia sido "formateada" por Inglaterra para sus necesidades, y entre ellas, los fideos no eran prioridad.

Pero no eran hombres de andarse achicando por cosas de poca importancia, asique, sabiendo que un familiar de ellos venía a radicarse en nuestro país, escribieron pidiendole que les trajera unos kilos de semilla, para probar. Fue entonces que en 1914 aquel pariente, trajo en el fondo de su baúl ¡ dos kilos de semilla ! cumpliendo el pedido de su paisano.

Los Hermanos Vassolo, estaban radicados en distintas zonas del Partido, y entonces para minimizar riesgos, se dividieron esos dos Kilos de Triticum Durum var. Sarabola, para hacer el primer ensayo de siembra.
Para prevenirse de la eventual sequia, sembraron bien cerca de alguna aguada, para poder regarlo si era necesario.

 Parabola del Sembrador"... y la semilla cayó en buena tierra, y multiplicada le dio ciento por uno... (San Marcos 4:1-9)

Aquella primera siembra les permitió recolectar unos 60 kilos, y una experiencia que los nutrió en conocimientos, y afianzó sus esperanzas.
Vino despues un paciente proceso de selección, que es el principio básico de la crianza de especies vegetales, en que el ojo del agricultor va separando a mano las semillas defectuosas. Hombres de familia numerosa, despues de cenar en esas largas noches de invierno, se lavaban los platos, y luego se volvían a poner en la mesa. El padre ponía un puñado de aquella semilla en cada plato y junto a toda su familia seleccionaban "a ojo" las mejores semillas, las mas robustas, las mas sanas para la próxima siembra.

Efectuada la siembra, y ya con la parcela en espigazón, se procedía a otra selección, eliminando las plantas que tenían algun defecto, o las espigas mas chicas, o cualquier otra cosa pequeña que al ojo del agricultor no escapa. Esto es así aún ahora, y se sigue practicando en las parcelas de los Semilleros y  Establecimientos Experimentales, tal como seguramente lo haya hecho El Buen Sembrador de los tiempos bíblicos.
Claro que ahora hay modelos matemáticos que a traves de la computadora pueden ahorrar muchos pasos, claro que el conocimiento empírico se hizo académico, claro que nuestros fitotecnistas disponen en sus bibliotecas de esa acumulación de conocimientos, pero todavía no se ha logrado reemplazar el ojo del Buen Sembrador (aunque ahora sea un Ph.D. o un Master en Fitogenética).

Y así fue que se fue alcanzando la cantidad necesaria para hacer las primeras siembras "a campo" como para tener la suficiente producción como para que los Molineros molieran, y los Fideeros amasaran.

Como esto amenaza ponerse largo, y creo que vale la pena extenderlo un poco, y el camino a Chicago aún no empezó, la seguiremos otro dia.

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