viernes, 2 de septiembre de 2011

Las Dos Campañas al Desierto (IV)


s/t
Tapera de chacra
    La Patria Financiera: Cuando usted quiere disciplinar una sociedad y modificar sus hábitos y costumbres, con medidas de gobierno resulta fácil. Depende cuales sean sus objetivos y los tiempos de que disponga. Mediante el uso de la violencia, usted puede sofocar protestas, acallar reclamos. Con la connivencia de los medios masivos de comunicación puede invisibilizar hechos que serían noticia y por lo contrario puede presentar hechos fatales para la sociedad como altamente beneficiosos. Si además usted cuenta con el beneplácito de los propietarios de los medios, se le hace mas fácil.
Así usted puede presentar como beneficiosas para todos medidas que ayudan a aflorar los sentimientos más sórdidos del alma humana, y que tienen como objetivo disgregar la sociedad y anular sus mas nobles tradiciones.
La codicia nunca ha tenido aceptación social, y por lo contrario, la cultura del trabajo y el sacrificio en busca de un "mejor pasar" es talvez una de las mejores herencias culturales heredadas de nuestros viejos inmigrantes.

    Cuando el autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional" modificó la Ley de Entidades Financieras introdujo un elemento disolvente de las mejores tradiciones nacionales. Con la aparición del "Plazo Fijo" a cortísimos plazos desalentó la cultura del trabajo e introdujo el concepto que sin trabajar se podía ganar mas que trabajando. O sea eso de que el dinero produce dinero por si mismo, sin pasar por circuito productivo alguno.
    Y en el ramo agrícola, modificó las ya de por si laxas leyes de arrendamientos, legalizando el "arrendamiento por cosecha" base del actual sistema de explotacion agrícola, y sustento legal de la existencia del pool de siembra.
    Al principio no se podía entender como era que arrendar el campo, y guardar la herramienta en el galpón, colocando lo percibido por arrendamiento a plazo fijo, y renovando cada 30 dias, el resultado económico al final del año, superara ampliamente el beneficio de trabajarlo como se venía haciendo. Y sin ningún riesgo climático...
    Realmente era absolutamente incomprensible para muchos, que dijeron "esto no puede ser". Realmente atentaba contra todo lo razonable y todo lo que había significado la cultura del trabajo. Muchos pagaron muy caro ese empecinamiento en conservar los valores morales heredados. Solo basta ver los cuadros del informe
de Luciana Soumoulou unos posteos atrás para ver como desciende la cantidad de explotaciones a partir de esa época nefasta.

    Los que se salvaron de perder sus campitos, solo pudieron conservarlo a fuerza de abandonar la explotación y trasformarse en rentistas. Por lo que hay muchos pequeños y medianos propietarios, que por el paso del tiempo, nunca trabajaron su tierra. (Muchos de ellos, fueron la "tropa" que salió a las rutas el 2008).
Esta situación se ha trasformado en irreversible. Esos propietarios han perdido su capacidad de volver a trabajar. No tienen herramientas, han perdido el contacto con el avance tecnológico, y dependen pura y exclusivamente del arrendatario ocasional (pool, contratista). Es decir lo que podríamos caracterizar como una "estructura clientelar". Así como en los desocupados de otras actividades observamos que hay tres generaciones que se han sucedido sin conocer la disciplina del trabajo formal, y por lo tanto dependen de la ayuda del Estado, en lo agrario sucede lo mismo, con la diferencia que la renta de su capital tierra los pone a salvo de la asistencia estatal. Aunque dependen de algo mas inasible que es el "mercado".

   Aunque hay un peligro a mediano plazo; la concentracion de la demanda y la integración vertical. Los poool de siembra son cada vez mas grandes, y tienden a concentrarse, y las multinacionales exportadoras, están comenzando a organizar sus propios fondos de inversión, alquilando campos (a valores que desplazan a los pools) para "autoproducir" sus volúmenes de exportación.
   Poco cuesta imaginar que en algunos años, al achicarse los demandantes de tierra y concentrarse su demanda en pocas manos, sea el "mercado" (dominado por ellos) el que fije los precios de los arrendamientos (a la baja, por  supuesto). Otro sector que está severamente amenazado es el del acopio de cereales, ya que los negocios "intra-empresas" los dejará inevitablemente afuera de la cancha.
   Recordemos que en el desguace de la Junta y los Puertos, sus instalaciones de almacenaje y embarque ya está en manos de las Multinacionales. Lo mismo que los ferrocarriles de carga. Ya tienen en sus manos la puerta de salida...
   En ese sentido ya ha trascendido la preocupación de los Centros de Acopiadores, Bolsa de Cereales y Cámaras Arbitrales, porque esos negocios no se reflejan en las pizarras, quitándole transparencia al comercio.
Tarde piaste...
   Estos son los efectos en nuestra sociedad del llamado "Consenso de Washington" que aunque haya sido realizado a miles de kilómetros de nuestra tranquera, incidió e incide en nuestras vidas, y repercutió en los pagos Mayoleros y en toda nuestra Pampa Humeda.

   Da para seguirla, ¿no?

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