Ya hemos venido pintando y remarcando algunos de los aspectos y evolución de la vida chacarera. La cooperativa somo síntesis y resumen de esa vida se iba adaptando a los cambios, y esos cambios iban exigiendo respuestas. La Cooperativa iba extendiendo sus servicios, y de aquellos elementales de proveer bolsas, hilo y combustible en tambores para la cosecha, y algunos artículos de almacén y la comercialización de cereales, fue pasando a incorporar la tienda, ferretería. Mas adelante, y ante el avance de la tecnificación, (que ya no era mecanización solamente) agronomía y veterinaria. Se fue montando un laboratorio completo de análisis de calidad de granos y de suelos, para determinar la dosificación de fertilizantes. Se compró una planta de silos de un acopiador a 20 Km de distancia, ésta sobre la RP 75 asfaltada que va de Gonzalez Chaves hacia Necochea. En fin, que se progresaba en la medida que los socios progresaban, como debe ser. Nunca he visto una empresa rica con socios pobres, y menos si esa empresa es una Cooperativa.
De pronto, la aplicación de la llamada Ley Raggio (por el Ministro de Agricultura de la Dictadura de Onganía) prendió una luz de alarma, que no fue debidamente atendida. El 1 de Abril de 1968, 35 de los socios de la Cooperativa (sobre 200 activos) que eran arrendatarios, cesaron en su actividad y entregaron su tierra a los propietarios. Previamente se habían ido produciendo algunos reacomodamientos en que algunos propietarios vendían parte de su tierra a los arrendatarios, pero en fracciones menores a las arrendadas. Por ejemplo, si arrendabas 300 Has. vendian 150, y recuperaban al resto. Al ahora propietario lo dejaban justo en el borde del mantenimiento propio. Apareció otro elemento, hoy preponderante en toda la agricultura. El Contratista.
Ese agricultor, ahora reducido en superficie, pero sobrexpandido en maquinaria, debía necesariamente mantenerla en funcionamiento antes de entrar en obsolescencia, por lo que pasó a ser contratista o arrendatario "por cosecha" del propietario.
Tambien el propietario que iba recuperando tierra se encontraba con un problema. O varios. Para empezar, el gran propietario arrendador hacía generaciones que estaba desconectado de la realidad productiva. Nunca había hecho agricultura en forma directa, ni disponia de la maquinaria para hacerlo. Y convengamos en que de agricultura no sabia como hacerla. Siempre se había manejado dentro de la ganadería en su propio campo, y otra cosa no sabía hacer.
Como quiera que sea, comenzó un gran cambio que con los años acabaría por terminar con ese mundo de los pequeños centros rurales o "estaciones", y tambien con las cooperativas pequeñas y medianas (y algunas grandes tambien).
No fue de un dia para otro, con avances y retrocesos el reacomodamiento se fue produciendo a lo largo de unos treinta años, pero era inevitable.
Dentro de la Cooperativa esto traía discusiones internas sobre el que hacer. Una teoría llamemosle "economicista" sostenía que como la tierra siempre iba a estar ahi, la producción tambien, y que al haber menos socios iba a ser mas rentable el funcionamiento, ya que había que mantener servicios deficitarios para atender necesidades de los pequeños productores, y que en cambio, con la producción concentrada en menos manos y mayores volúmenes unitarios, se iba poder atender mejor a los menos (o sea "menos bulto mas claridad"). Otros sosteníamos que el gran productor no necesitaba de la Cooperativa, y que por lo tanto, vendría a ella cuando la oferta (por decir algo, de fertilizante) le conviniera, y que luego, colocaría su producción donde mas le conviniera, y que por ser gran productor, siempre iba a tener ventajas al momento de vender fuera de la Cooperativa.
Por otra parte había cuestiones históricas y doctrinarias que eran las que habian motivado la fundación de la entidad que no siempre eran tenidas en cuenta por las nuevas generaciones dirigentes. La incorporación de los salidos de la Juventud Agraria era generalmente resistida por los Consejos de Administración reacios a llevar a la práctica lo que declamaban, lo que también producía roces internos.
Algunos de estos tópicos ya los hemos tocado en "Desentrañando una paradoja" un par de posteos antes, pero disculpen la redundancia.
Seguiremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario